UN PLACER LLAMADO CAFÉ 


    Esta deliciosa bebida, fue descubierta en el Yemen, donde hervían los granos del cafeto y así lograr una especie de pasta, que tomaban para paliar el cansancio. A mediados del siglo XVII fue traído a Europa.



Aunque hoy día disfrutamos de muchas clases procedentes de muy distintos lugares, existen dos tipos de café base: ARÁBICA Y ROBUSTA. Esta última es muy rica en cafeína y más fuerte, es un despertador matutino excelente, mientras que la Arábica , más fina, se adecua mejor para tomarlo en la sobremesa, por sus "jugos" más densos y refinados. 

Para reforzar el aroma, se puede añadir al café molido un poquito de sal fina. También algo fantástico es mezclarlo con una cucharadita de cacao amargo, o de canela molida. 



Si un mantel o cualquier otra prenda de algodón se ha manchado de café, antes de lavarlo como se acostumbre, es conveniente extender glicerina sobre la mancha, y enjuagarla con agua. Después ya se puede lavar normalmente. No quedará ni rastro. 
Si es una alfombra o moqueta la que se ha manchado, si es reciente, se elimina fácilmente frotando con agua con gas, y secando después. Si la mancha está seca, se puede aplicar una mezcla de vinagre y alcohol de 90º a partes iguales.
 



 

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